¿Cuándo y para qué se ha desarrollado la Tercera Conferencia sobre Seguridad Vial en Estocolmo?

La Tercera Conferencia Mundial sobre Seguridad Vial se celebró en Estocolmo los pasados días 19 y 20 de febrero, a iniciativa de la Asamblea de Naciones Unidas, copatrocinada por el gobierno de Suecia y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Dicha conferencia se celebró con el objetivo de mejorar la seguridad vial global en la próxima década y de vincularla con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.

 

La conferencia tenía como propósitos principales:

 

En el evento tomaron parte unos 1500 delegados de gobierno, ministros de Transporte, Salud e Interior, altos funcionarios de Naciones Unidas y representantes de la sociedad civil, del sector privado y de universidades, procedentes de más de 140 países distintos.

 

Perspectiva histórica: ¿cuáles son los orígenes de la Tercera Conferencia Mundial de Seguridad vial?

El origen de este evento se remonta al Objetivo Visión Zero, introducido en Suecia en 1995 y aprobado en el año 1997 por el parlamento sueco.  Se trata de un objetivo fijado a largo plazo para eliminar lesiones graves y muertes en siniestros viales, cuya premisa principal es: la vida y la salud nunca pueden intercambiarse por otros beneficios dentro de la sociedad. Es una visión que acepta que el ser humano siempre cometerá errores al volante, siendo los vehículos, las infraestructuras y las políticas de seguridad vial las que deban compensar estos errores.

 

Desde su aprobación, diferentes países y ciudades, junto con Suecia y la ONU, se han sumado a adoptar esta Vision Zero frente a los accidentes de tráfico, aunque con variaciones en la forma de proceder en cada uno de los territorios. Las contramedidas implementadas en Vision Zero giran fundamentalmente entorno a tres ámbitos: educación, aplicación e ingeniería.

 

En el año 2009 la Federación de Rusia organizó la primera Conferencia Ministerial Mundial sobre Seguridad vial, la cual culminó con la Declaración de Moscú; en el año 2011 la ONU puso en marcha el Decenio de Acción Para la Seguridad Vial 2011-2020; y en el año 2015 el gobierno de Brasil organizó la segunda Conferencia Ministerial Mundial sobre Seguridad vial, la cual culminó con la Declaración de Basilea.

 

Seguridad vial, accidentes de tráfico y la Agenda 2030

 

Según datos de la OMS, la seguridad vial es una cuestión primordial para la salud y el desarrollo. Así, las víctimas mortales por siniestro vial a nivel mundial ascienden a 1’35 millones de personas, mientras que unos 50 millones de personas sufren traumatismos por accidentes de tráfico. Las colisiones en carretera constituyen la octava causa principal de muerte en el mundo, en personas de todas las edades; y la primera causa entre niños y adultos jóvenes de edades comprendidas entre los 5 y los 29 años. Se calcula que, de media, los accidentes de tráfico cuestan a los países un 3% de su producto interior bruto (PIB).

Con estos datos, y tomando los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como marco para integrar la seguridad vial con otras áreas políticas como la acción climática y la sostenibilidad, la igualdad de género, la salud y el bienestar o la educación de calidad; la conferencia concluyó con la aprobación de la Declaración de Estocolmo. En dicha declaración los países que la firman se comprometen a trabajar para reducir en un 50% las muertes por accidente de tráfico entre 2020 y 2030; a esforzarse por reducir la velocidad máxima a 30 km/h en zonas donde los vehículos se mezclan con usuarios más vulnerables; a esforzarse para que todos los vehículos vendidos en 2030 estén equipados con niveles adecuados de seguridad y a ofrecer incentivos para este propósito; a adquirir servicios de transporte y vehículos públicos seguros y sostenibles y a animar al sector privado para que siga este ejemplo.

 

¿Todos los países participantes han ratificado la Declaración de Estocolmo?

La declaración ha sido ratificada por todos los países menos por Estados Unidos que, en su voto particular apoya muchos de los objetivos descritos en la declaración, pero se desmarca de los párrafos preambulares 7 y 8 del documento, que hacen referencia al cambio climático, al género, a la reducción de las desigualdades y al consumo y producción  responsable, porque considera que no son materias directamente relacionadas con la seguridad vial. También se desmarcan del párrafo preambular 9 y 10, rechazando las iniciativas regionales para movilizar alianzas multisectoriales de seguridad vial y desmarcándose de la adopción de los objetivos voluntarios de seguridad vial a nivel mundial acordados por Naciones Unidas.

No obstante, Estados Unidos reconoce en su declaración que la Agenda 2030 ayudará a los países a trabajar en buena dirección hacia la paz y prosperidad mundial, si bien cada país ha de trabajar para implementar estos objetivos de acuerdo a sus políticas y prioridades nacionales.

Ainhoa M. Muguruza