El análisis de un accidente de tráfico no puede hacerse nunca hacer basándose en parámetros de normalidad ya que, por definición, un accidente de tráfico no es algo normal, sino algo ocasionado por un suceso fortuito.

Partimos de la definición jurídicamente aceptada de accidente: suceso eventual o fortuito que se produce o tiene su origen en una de las vías o terrenos objeto de la legislación del tráfico, que tiene como consecuencia la muerte o heridas de una o varias personas, o sólo daños materiales, y en el que está implicado, al menos, un vehículo en movimiento.

Así, pues, para analizar las causas de un accidente debemos analizar los factores “anormales” que hayan podido contribuir a la producción del accidente. Estos factores pueden tener su origen en la vía, en las personas o en los vehículos. La investigación de un accidente de tráfico ha de partir del análisis en profundidad de estos tres factores.