¿Qué entendemos por ciudades inteligentes?

¿Cómo pueden ayudar las Smart cities a mejorar la seguridad vial y la gestión del tráfico en las localidades en las que se apueste por ello?

Las ciudades inteligentes son aquellas que aplican las tecnologías de la información y de la comunicación a la forma en la que gestionan y desarrollan sus servicios, creando un abanico amplio de posibilidades para la movilidad y la mejora en la seguridad vial. Hablar de Smart cities, seguridad vial y movilidad engloba conceptos muy diversos, que abarca cuestiones como los sistemas ADAS, el Big Data, la conducción autónoma…

Desde IPSUM, vamos a centrarnos hoy en los sistemas avanzados de asistencia a la conducción, reservándonos la cuestión del Big Data y los coches autónomo de nivel 5 para posts que escribiremos las próximas semanas. ¡Empezamos!

Los sistemas ADAS ¿qué són?

Los sistemas ADAS son las siglas en inglés de Advanced Driver Assistance Systems, se trata de sistemas de asistencia a la conducción que mejoran la seguridad activa de los conductores.

Básicamente, estos sistemas funcionan a partir de sensores con diferentes características técnicas que, combinados, ofrecen al conductor un reconocimiento fiable del entorno. Estos sensores incluyen cámaras, radares, sensores de ultrasonidos, detectores de luz…  que interpretan y analizan el entorno para detectar el potencial riesgo de la situación en la que se encuentra el vehículo, identificando la vía, sus límites y los usuarios de la misma.

Al recopilar y combinar los datos de los distintos sensores, se genera un reconocimiento virtual del entorno que permite saber dónde se encuentran los elementos fijos y en movimiento en el entorno de circulación, dónde se encuentran los delimitadores de la vía y cuál es la superficie libre para la conducción.

Estos sistemas pueden ayudarnos cumpliendo diferentes funciones, que la DGT clasificó en 2016 según en qué tipología de siniestro pueden incidir, para sistematizarlos en:

  • Alerta de colisión frontal (FCW: Forward Collision Warning), que advierte al conductor en situaciones en las que se produce riesgo de colisión con otros vehículos que se encuentren delante del propio vehículo.
  • Frenado automático de emergencia (AEBS: Autonomous Emergency Braking System), que reduce automáticamente la velocidad del vehículo si se detecta riesgo de colisión y aumenta la presión de frenado en caso de que sea insuficiente para evitar la colisión.
  • Alerta de salida de carril (LDW: Lane Departure Warning), que reconoce las líneas de carril y alerta al conductor si las sobrepasa sin conectar los intermitentes, al interpretarlo como una acción involuntaria con posible origen en una distracción o somnolencia.
  • Asistente de mantenimiento en el carril (LKA: Lane Keep Assistant), que actúa sobre la dirección del vehículo para mantenerlo en el carril y evitar salidas involuntarias, siguiendo el trazado de la vía.
  • Alerta de colisión con peatones y ciclistas (PCW: Pedestrian Collision Warning), que alerta al conductor en caso de colisión inminente a baja velocidad.
  • Medición de distancia de seguridad (HMW: Head Monitoring Warning), que mide la distancia en segundos con respecto al vehículo precedente y advierte al conductor si la distancia es insegura.
  • Control de crucero adaptativo (ACC: Adaptative Cruise Control), que adapta la velocidad del vehículo en función de una velocidad y distancia prefijadas con el vehículo que circula delante.
  • Indicación de exceso de velocidad (SLI: Speed Limit Indicator), que informa al conductor acerca de los límites de velocidad a partir de un sistema de reconocimiento de señales de tráfico.
  • Control de ángulo muerto (BSM: Blind Spot Monitoring), que alerta al conductor cuando hay riesgo mediante un sistema de identificación de vehículos en las zonas laterales de ángulo muerto.
  • Detector de fatiga, que identifica la somnolencia en el conductor mediante patrones.
  • Cambio automático de luces de carretera y de cruce (IHC: Intelligent HighBeam Control), que activa y desactiva las luces de carretera cuando las condiciones de la vía son propicias.
  • Reconocimiento de señales de tráfico (TSR: Traffic Sign Recognition), que se sirve de un display para indicar al conductor las principales señales de la vía que va reconociendo.

¿Cuál es la postura de la DGT frente a estos nuevos sistemas?

La DGT está otorgando especial importancia a este tipo de sistemas. Un ejemplo es la iniciativa conjunta de la DGT con el Ayuntamiento de Barcelona para implementar el proyecto Autonomous Ready, que se presentó en el Salón del Automóvil de mayo de 2019. En Barcelona este proyecto se inició implantándolo en unos 170 vehículos de flotas y en unos 79 autobuses urbanos, si bien la meta es que en el 2020 unos 700 vehículos incorporen el sistema; y 5000 en el 2022. En el proyecto Autonomous Ready puede participar cualquier flota pública o privada que se adhiera al convenio, cuyos ejes principales son incentivar los sistemas de ayuda a la conducción, gestionar la conducción basándose en la conectividad, adaptar las ciudades a las necesidades de colectivos vulnerables, impulsar que cualquier vehículo garantice la seguridad del usuario, potenciar el uso del vehículo compartido y la promoción de vehículos no motorizados.

 

¿Y qué nos exigirá en un futuro próximo la Unión Europea?

Más allá de las recomendaciones y/o de los imperativos que se vayan proponiendo desde la DGT, es importante saber que el pasado 16 de abril de 2019 el Parlamento Europeo aprobó también nuevas reglas para mejorar la seguridad en la carretera e incluir diferentes dispositivos de seguridad en los nuevos vehículos que se fabriquen. La intención inicial es aplicar esta medida en mayo de 2022 para los nuevos modelos y dos años más tarde para los modelos existentes, la medida implica que los vehículos incluyan alrededor de 30 nuevas funciones de seguridad que comprenden: sistemas de control inteligente de velocidad, sistema de monitorización de la somnolencia y la atención del conductor, sistema avanzado capaz de reconocer el nivel de atención visual del conductor, señal de frenado de emergencia , detector de marcha atrás, sistema de control de la presión de los neumáticos, interfaz para la instalación de alcoholímetros antiarranque, registrador de datos de eventos (que registra y almacena parámetros e información críticos relacionados con una colisión), sistema de frenado de emergencia para los turismos y furgonetas (ya es requerido en los camiones y autobuses), sistemas de emergencia para mantenerse en el carril, sistemas de visión directa para camiones y autobuses, sistemas de alerta que detecten a los ciclistas y peatones que se encuentren muy cerca.

 

Los estudios existentes sobre siniestralidad vial y accidentes de tráfico apuntan a que la mayoría de los accidentes se deben a factores vinculados con el error humano, en los que las distracciones juegan un papel importante. Por lo tanto, todos los sistemas de seguridad activa que puedan minimizar dicho error humano nos parecen un gran avance en materia de seguridad vial. Aunque algunos sistemas de asistencia son actualmente más aceptados y demandados por los conductores que otros (los asistentes de ayuda al aparcamiento y el asistente de frenada automática de emergencia son actualmente los sistemas más demandados), poco a poco deberemos integrarlos todos en nuestro día a día. Esperemos a estadísticas futuras para saber en cuánto reducen efectivamente los sistemas ADAS los siniestros viales, a nosotros la lógica predictiva nos hace intuir que la mejora será considerable.

Ainhoa M. Muguruza